Entrevista a la asamblea universitaria del movimiento #YoSoy132: «México se aproxima a un nivel de represión social comparable a lo que sucedió en Atenco o en Oaxaca»

¿Qué es y cómo nace el movimiento?

El movimiento #YoSoy132 nace del apoyo de estudiantes de diversas universidades a los compañeros de la Universidad Iberoamericana, después de que estos fueran criminalizados y señalados como «porros» (alborotadores) y «comprados» por un partido político, cuando se manifestaron contra la presencia del entonces candidato a la presidencia del PRI (Partido Revolucionario Institucional), Enrique Peña Nieto en su universidad.
Los medios de comunicación se encargaron de difundir que este grupo de estudiantes disconformes, en realidad era un grupo pagado por el PRD (Partido de la Revolución Democrática) y que no eran estudiantes de ese centro. De manera que no hubo un solo espacio en los medios masivos de comunicación que contraviniera dicha versión. Los estudiantes de la Iberoamericana decidieron, entonces, hacer un vídeo mostrando que sí eran estudiantes y que se manifestaban independientemente de cualquier partido. El vídeo saltó a las redes sociales con el hashtag «131» en Twitter, por ser 131 estudiantes los que aparecían en él.
Fue a partir de aquello que los estudiantes empezaron a salir a las calles de forma masiva, dándose a conocer con la denominación «YoSoy132». Como muchos otros movimientos en el mundo que se desarrollan en estos últimos años, responde a un malestar frente a un sistema político-económico profundamente violento y adverso a la sociedad. Queremos impulsar cambios en las leyes, transformación de las instituciones, fortalecimiento de la democracia formal y anulación de la influencia de los poderes fácticos (empresas, medios de comunicación masivos, etcétera) en la política nacional.

¿Qué se planteó el movimiento YoSoy132 para hacer que las elecciones mexicanas fueran algo más transparentes?
Entre otras cosas, uno los principales objetivos es la democratización de los medios de comunicación. Al mismo tiempo, pese a que muchos integrantes del movimiento estaban en contra de reconocer y participar en el proceso electoral, se decidió ejercer una vigilancia ciudadana exhaustiva durante toda la jornada electoral en la mayoría de las casillas de voto, para observar irregularidades, actos de corrupción o cualquier anormalidad. De la misma forma, se decidió hacer un conteo ciudadano paralelo, de forma que hubiese mayor certeza en cuanto a la imparcialidad de los resultados. En paralelo a estas acciones, el movimiento mantuvo manifestaciones masivas en las calles, incluso durante el período de veda electoral en el que estaba prohibido.

¿Cómo os organizáis, qué propuestas habéis llevado a cabo y qué tipo de gente nutre el movimiento?
Son miles de personas sin una dirección política, ni una estructura orgánica que precise los pasos y las acciones del conjunto de masas pero, poco a poco, los estudiantes decidimos empezar a generar una estructura que permitiera al movimiento avanzar con solidez y contundencia. Comenzó con la asamblea masiva del 30 de mayo de 2012 en la Universidad Nacional Autónoma (UNAM). A partir de ese momento, se conformó la Asamblea General Interuniversitaria (AGI), con representantes de todas las escuelas, facultades y universidades del país, pero principalmente de Ciudad de México. La AGI se constituyó como la estructura central del movimiento en la que se consensuaban las acciones centrales y los posicionamientos políticos, así como el plan de lucha. Pero la estructura más importante eran las asambleas locales, que cuentan con total autonomía y participan en la AGI a través de dos voceros elegidos como representantes. Estos representantes tienen las atribuciones que su asamblea decida darles. Algunos sólo pueden trasladar las decisiones consensuadas por sus asambleas.

Después del Fallo del Tribunal Electoral en favor de Peña Nieto, candidato del PRI, que no tuvo en consideración la compra de votos, la manipulación televisiva y otros posibles fraudes, ¿cómo tenéis pensado continuar la protesta?
El movimiento ha manifestado ampliamente el descrédito de nuestro sistema político y su total ausencia de democracia, pero evidentemente las acciones y formas de lucha han tenido que modificarse. Hemos demostrado que la lucha trasciende la cuestión electoral y se mantiene con vida y fuerza para seguir manifestándose en marchas y algunas otras acciones. Todos coincidimos en que hace falta un cambio radical y que es necesario impulsar las transformaciones hacia una democracia auténtica, pero algunos piensan que se debe hacer presionando a las estructuras del Estado y otros creemos que debemos crear estructuras nuevas, desechar las que no sirven o, en todo caso, tomar estas viejas instituciones corruptas y antidemocráticas pero no por la vía electoral.

¿El movimiento se ha dado sólo en Ciudad de México o hay movimiento 132 en el resto de la República?
El movimiento es sobre todo capitalino, aunque todos los estados participan y tienen representantes en la AGI. Tiene más que ver con las condiciones del país y no tanto con la voluntad de participación de la gente. Desde los primeros años del gobierno de Calderón y su política de guerra contra el narcotráfico, la violencia en los estados aumentó de forma desproporcionada, lo que convirtió a Ciudad de México, en unos meses, en la menos insegura del país. Cabe aclarar que esto no tiene que ver de manera exclusiva con la violencia del narcotráfico; de hecho, los principales obstáculos a la organización del movimiento #YoSoy132 vienen, sobre todo, de las estructuras policiales y las autoridades de todos los ámbitos. La guerra contra el narcotráfico permitió instaurar una especie de estado de excepción en muchos lugares, criminalizando a cualquier persona que «alterara el orden» con manifestaciones, asambleas, etcétera.

¿Cómo se digiere todo el proceso vividohasta ahora como movimiento y cuáles son las perspectivas de futuro en la próxima legislatura del PRI?
A pesar de los objetivos claramente planteados y asumidos por el movimiento, sus principales logros se encuentran en aquello que no se ha planteado, es decir, la formación política de sus elementos. El desarrollo de las discusiones políticas en todos los espacios organizativos que se formaron desde el nacimiento de #YoSoy132 ha sido fundamental para la amplia mayoría de los integrantes del movimiento, absolutamente nuevos en el activismo y la protesta social. En tan sólo unos meses, miles de estudiantes adquirieron una madurez política que logró un cambio cualitativo en la conciencia social de las generaciones involucradas. Se había llegado a considerar a estas nuevas generaciones como apáticas y ajenas al mundo que los rodeaba, pero está claro que los jóvenes estudiantes han devuelto el ánimo transformador y la esperanza de cambio a una sociedad mexicana que se encontraba aplastada por completo por la violencia de las condiciones políticas y socioeconómicas. Parecía que la imposición de Enrique Peña Nieto se daría de manera absolutamente libre, sin la oposición ni obstaculización de ninguna fuerza reconocible. Sin embargo, el sexenio que se aproxima promete un nivel de represión social y un aumento de la violencia de Estado comparable a lo que sucedió en Atenco o en Oaxaca. Eso quiere decir que no tenemos mucho tiempo para consolidarnos y asumir una estrategia seria y responsable. Y, ante esa realidad, nuestra única defensa factible es la organización de masas y la confrontación para mantener y avanzar en las conquistas sociales.