Sangre árabe y especulación petrolera, las condiciones del crecimiento turístico

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Hace cinco años la industria turística se pegó un buen susto. Entre 2008 y 2009, el mercado catalán perdió, de golpe, 2,5 millones de visitantes internacionales. Con esta pesadilla entre las manos, alguien incluso llegó a plantearse una herejía: «La crisi conjuntural pot ser passatgera. El que no és efímer són les dificultats per créixer per part del sector a Catalunya i la necessitat de repensar el paradigma del creixement turístic».1 Nadie lo recuerda hoy pero, como veremos, ni las dinámicas de crecimiento turístico son tan estables, ni las bases de la última fase de crecimiento son demasiado sólidas.

2007: récord de visitantes
Entre 2006 y 2007, Catalunya había acaparado más de 15 millones de visitantes y Barcelona pasó de 4,2 millones de alojamientos hoteleros, en 2005, a 5,5 en 2007.2 Ese incremento llevó a Joan Gaspart –propietario de la cadena HUSA, presidente de Turisme de Barcelona y cónsul honorario en el paraíso fiscal de las islas Seychelles– a afirmar, en julio de 2008, que «en la actividad turística, de momento, no hay crisis».3 Eso, pese a que en ese momento el turismo mundial mostraba síntomas de debilidad, con un crecimiento muy por debajo de años precedentes: un 1,2% de turistas más respecto a 2007, que en Europa se reducía al 0,1%. No obstante, Turisme de Barcelona, el organismo que agrupa los intereses de Ayuntamiento y lobby turístico, dibujó un autorretrato del sector ajeno al contexto: «No és una situació que ens preocupi, tot i que el consorci estigui seguint de prop l’evolució dels indicadors».4

2009: caída estrepitosa
La despreocupación tardaría menos de un año en romperse. En 2008, el número de alojamientos hoteleros se incrementó en 70.000, pero en 2009 se produjo una caída estrepitosa. Se hospedaron en Barcelona 800.000 personas menos: de 5,6 a 4,7 millones more info here. La cifra, por debajo del umbral simbólico de los 5 millones, en una ciudad donde números y especulación competitiva van de la mano, daba para congelar algunas sonrisas. Quizás el nerviosismo hizo que quien publicó en la web municipal los resultados de la Encuesta de Ocupación Hotelera se confundiera al sumar algunas columnas, reflejando 170.000 visitas más de las contabilizadas realmente.5

2010-2012: calenturas árabes y viento del este
Esta cita a ciegas con los malos tiempos fue sorteada entre 2010 y 2012 y, con la cifra de 7 millones de visitantes alcanzada en 2011, el susto dio paso a la fiesta. Ese año se incrementó el turismo de Canadá y América Latina juntas en 111.000 visitantes; el estadounidense, en 105.000; el británico, en 70.000; el alemán, en 46.000; el francés, en 45.000; el ruso, en 40.000 y el italiano, en 15.000. Pero el trasfondo de estos números no es una prueba de solidez sino de todo lo contrario.
En este período se han producido revueltas sociales y crudos enfrentamientos entre la población y Estados árabes como Túnez, Libia, Siria y Egipto, y concretamente Oriente Medio ha perdido más de siete millones de turistas. El Instituto de Estudios Turísticos reconocía que entre 1,6 y 2,1 millones de las visitas de 2011 serían «prestadas»: «Los principales mercados emisores europeos de Egipto fueron Rusia, Reino Unido y Alemania, seguidos de Italia y a más distancia Francia. Para Túnez, Francia fue su mercado europeo mayoritario, seguido de Alemania, y con menos intensidad, Italia y Reino Unido».6
El incremento del turismo ruso (en Barcelona, de 49.775 visitantes en 2009 a 170.565 en 2012) y ucraniano (en Catalunya, de 70.000 visitantes en 2011 a 140.000 en 2012), sobre el que se ha regado tanta tinta últimamente, tiene bastante que ver con esta coyuntura. Destinos habituales y naturales para la población eurasiática como Egipto, Turquía o Grecia, viven momentos de conflictividad social sobre la que el Mediterráneo español está mordiendo parte de su crecimiento actual.
A este factor hay que añadirle otro: los altísimos precios del petróleo –la principal fuente de ingresos de Rusia–, que está incrementando el nivel de vida de una parte de la población rusa a ritmo de burbuja. Si pensamos, además, que la conflictividad en Oriente Medio –y con ella, el miedo al desabastecimiento– ha contribuido notablemente a la especulación y el incremento de los precios del petróleo, se cierra un círculo virtuoso que resulta más bien inquietante.

2012-2013: ¿cambio de tendencia?
Ya en sus previsiones de 2012, el Índex UAB preveía un posible cambio de tendencia: «La crisi financera europea i la desacceleració d’algunes de les seves economies alentiran, amb tota probabilitat, l’enviament de turistes al nostre país […]. En segon lloc, la recuperació de l’estabilitat en destinacions del Magrib, i particularment a Tunísia, limitarà l’efecte rebot […]. En tercer lloc, la crua recessió espanyola hauria de fer efecte en el muntant de viatges turístics i les seves característiques».
Por otra parte, incluso parte de las visitas provenientes de países europeos, podrían ser prestadas. Para el mismo informe, en su edición de 2013, «sorprèn una mica» el aumento de las visitas francesas y británicas, por los malos resultados de ambas economías. El informe considera que «els turistes substituirien desplaçaments de llarg recorregut per uns altres més barats, típicament de proximitat».7
Finalmente, a la vez que las cifras se llenan de visitantes coyunturales, el turismo que tradicionalmente ha visitado Catalunya se encuentra estancado: desde 2009 –hablando a escala catalana–, el turismo prestado se ha incrementado en un 68,2%, mientras que el de los «mercados tradicionales» apenas creció un 4,8%.
En el caso de Barcelona, según la Encuesta de Ocupación Hotelera, en 2012 se alojaron cerca de 300.000 personas menos y durante el primer semestre de 2013 el número de huéspedes ha caído en 140.000 respecto al mismo período del año pasado. «Així les coses, i gràcies al turisme estranger, no s’espera cap desastre, ni molt menys.»8

Sangre árabe y especulación petrolera
Por lo pronto, parece que la sangre egipcia tendrá efectos paliativos en un crecimiento que se muestra cada vez más circunstancial y gaseoso: «El sector hotelero y los expertos del sector turístico han avanzado una mejoría en la llegada de visitantes internacionales. El clima de violencia de Egipto ahuyentó a los turistas, muchos de los cuales (unos 720.000 según el lobby turístico Exceltur) han recalado finalmente en las costas españolas».9 Si seguimos vendiendo armas a los ejércitos egipcio y turco por valor de 50 millones y 31 millones de euros anuales respectivamente10 y se sostiene la burbuja petrolera quizá sea fácil atraer carne fresca para mantener una tendencia alcista. Debe ser eso a lo que llaman turismo sostenible.

 

Notas

1 Francesc J. Uroz Felices (Dir.), Índex UAB d’Activitat Turística 2009, Escola Universitària de Turisme i Direcció Hotelera de la UAB, 2009
2 Ajuntament de Barcelona, Enquesta Hotelera de Barcelona, «Viatgers i pernoctacions 2005-2013»: http://bit.ly/18DsJ0L
3 Blanca Cia, «Hereu y los hoteleros piden más turismo», El País, 24/07/2008: http://bit.ly/19qXreg
4 Nota de premsa, «Pla Estratègic de Turisme per a reflexionar sobre el model turístic de Barcelona»
5 Mientras elaborábamos este artículo pudimos comprobar que la suma de las columnas «Residents a l’Estat espanyol» y «Residents a l’estranger» correspondientes a septiembre y octubre de 2009 estaban infladas en 78.579 y 91.489 huéspedes respectivamente: http://bit.ly/14adlJs
6 Resultados de la actividad turística en España 2011, Instituto de Estudios Turísticos: http://bit.ly/JDsDgr
7 Francesc J. Uroz Felices (Dir.), Índex UAB d’Activitat Turística 2013, Escola Universitària de Turisme i Direcció Hotelera de la UAB, 2013
8 Ibíd.
9 C. Delgado, «El empleo en turismo repuntó el 0,4% en julio por la mayor llegada de viajeros», El País, 17/08/2012
10 Secretaría de Estado y de Comercio, Estadísticas españolas de exportación de material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías de doble uso. Ministerio de Economía y Competitividad, 2012: http://bit.ly/16lQES2