La aprobación del Plan de Usos a finales de 2010 no ha servido para que dejaran de construirse y abrirse nuevos hoteles. Como mínimo siete nuevos establecimientos y tres ampliaciones, que por su tamaño son equivalentes a la apertura de tres nuevos hoteles, se han llevado a cabo durante esta época. Cuatro o cinco nuevas aperturas por cada año de vigencia de la moratoria no está nada mal, sin contar con que al menos otras tres inauguraciones están previstas entre lo que queda de 2012 y principios de 2013.
En este contexto, el programa explícito de CiU es la desregulación de los alojamientos turísticos. Después de eliminar el requisito de licencia municipal para los apartamentos, la Generalitat anunció a final de junio una amnistía encubierta para los pisos turísticos ilegales dando un plazo de tres meses para que estos «regularicen» su situación. Mientras tanto, Ayuntamiento y Distrito de Ciutat Vella anunciaban la modificación del Plan de Usos con el fin de eliminar la moratoria hotelera, para permitir la construcción de nuevos establecimientos hoteleros de cinco estrellas que, supuestamente, no generarían molestias.
Si eso se cumple, Xavier Trias y Mercè Homs habrán ejecutado una extraña justicia poética, suprimiendo lo más importante del corto legado de Itziar González y concediéndole la razón práctica a quienes, por activa o por pasiva, provocaron la caída de la anterior regidora.
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