En los últimos tiempos, hay un nombre que recorre bocas y orejas de aficionados a la música negra en general, y el hip hop en particular, sobre todo en el ámbito de la producción y la creación musical: «¿Has oído lo último del Adrian Younge?» «¿Y ése quién es, el batería de No Doubt…?»
Adrian Younge es un multiinstrumentista autodidacta, compositor, ingeniero de sonido y productor californiano, cuyo trabajo se caracteriza por jugar con los patrones de producción del hip hop y darles la vuelta: si por lo general un beatmaker samplea una banda sonora para hacer una instrumental, Adrian Younge crea de la nada esa banda sonora y le da un acabado final como si alguien fuese a rapear encima. Younge suena como un score de Ennio Morricone, enriquecido con baterías frenéticas, teclados psicodélicos estilo Rhodes o Hammond, y algunos toques de vocalistas femeninas.
Ligado desde el principio de su carrera musical a Wax Poetic Records, el sello de la mítica revista de música negra neoyorquina, Adrian Younge empezó a darse a conocer al realizar, en 2009, el score de Black Dynamite, película que recuperaba el espíritu de la Blaxploitation, y donde el artista emulaba en pleno siglo XXI el soul frenético, fibroso y orgánico de los soundtracks de este tipo de cine de la década de 1970. Posteriormente, también se ha encargado de dotar de sonido a la adaptación en dibujos animados de Black Dynamite, para el canal Adult Swim.
Luego le siguió «Something about April» en 2011, álbum con el que se dio a conocer a nivel popular, sorprendiendo a todo aquel que le daba al play, y dejando a media escena de hip hop con ganas de samplearlo, y a la otra media queriéndolo rapear directamente. Soul psicodélico, instrumentaciones cinemáticas, la voz de Rebecca Jordan, el veterano guitarrista de funk Dennis Coffey, el músico Shawn Lee… y, en esencia, unos temas que podrían haber sido sacados de una caja de vinilos de segunda mano en Els Encants o sampleados para algún nuevo proyecto de The RZA. Ese mismo año, se libera gratis en la red «Venice Dawn», el EP que Younge grabó en el ya lejano año 2000, y que sirvió de germen sonoro para concebir, diez años después, el aclamado «Something about April».
A principios de 2013, publica «Adrian Younge presents The Delfonics», su proyecto homenaje al mítico grupo de soul de Philadelphia, que aquí son revisados bajo el prisma sonoro de Younge y en clave más actual, y donde participa también William Hart, vocalista original y miembro fundador de The Delfonics.
Y, lo que son la cosas, el círculo se cierra en torno a Adrian en su última entrega: un drama de rimas y ritmos, que bajo el título de «Twelve reasons to die», se plantea como un álbum conceptual, a modo de soundtrack de una película nunca rodada, con el rapper Ghostface Killah (miembro de Wu-Tang Clan) como protagonista principal de una historia de crimen, violencia, suspense y venganza post mórtem, que aparece publicada en Soul Temple Entertainment. Para redondear la jugada, la editorial Black Mask Studios ha publicado una miniserie de cómics que ilustra lo narrado en el disco.