masala és barreja d'espècies

Ángel Martín Carvajal (1954-2016)

 

 

El pasado 20 de octubre falleció, a los 63 años de edad, Ángel. Fue uno de los primeros y más constantes luchadores en el Forat de la Vergonya. Ángel, que sufrió un infarto en el momento en el que la presión del Ayuntamiento del PSC y de la Guardia Urbana contra el Forat alcanzó su punto álgido, arrastraba desde entonces una larga dolencia. Desde el Forat de la Vergonya, le dedicamos las siguientes palabras.

 

«En Barcelona, la ciudad de los desarraigados, de las callejuelas umbrías y de los gatos sin dueño, te conocimos una mañana de enero. Alrededor, un paisaje de guerra. Hacía frío. Las gaviotas chillaban sobre las azoteas medio derruidas y las abuelas tiraban del carrito de la compra con esa paciencia infinita de las que han pasado muchas horas en la cola de racionamiento. Tu local, exiguo y a la vez insondable, como el tenderete de un gitano,  esbordado de cafeteras, era el único punto de calor en muchos metros a la redonda. Encima, a los lados, flanqueando la puerta, descaradas y desafiantes, las pancartas del Forat de la Vergonya. Y, frente a ellas, aquel pino,
supuestamente navideño, que como en los cuentos volvía a crecer misteriosamente tras cada talada municipal. Te bastó echarnos una ojeada para darte cuenta de que estábamos perdidos, que nos batíamos en retirada como un ejército que ya no sabe dónde fijar un lugar de combate. Y con esa sonrisa pícara que siempre te asomaba bajo el bigote setentero nos ofreciste, calmosamente, un café. ¿Hay algo más importante para un evadido que un café cuando el frío te cala los huesos? Fue en ese momento que lo supimos: habíamos encontrado el lugar, la trinchera, el
centro del mundo. Y empezamos a luchar de nuevo. A tu lado y gracias a ti, Ángel, compañero del alma.»