masala és barreja d'espècies
Revista d'informació, denúncia i crítica social a Ciutat Vella
Nº 79 – gener 2020

Nothing Great about Britain

La actual y agitada situación socio política  que está viviendo el Reino Unido, con el proceso del Brexit como auténtico motor  de desestabilización en el centro de la  vorágine británica, es el marco incomparable para que creatividad, descontento, rabia y mensaje se den la mano a través de las bocas de algunas de las voces más interesantes que la escena musical de la zona ha dado en los últimos tiempos. Sí, esto va de protestas, desde el corazón de los dominios de la Union Jack.

 
Seré sincero: todo lo volcado aquí, la idea a partir de la cual surge este artículo, nace con el rapper Slowthai, un joven de Northampton que, con motivo del lanzamiento  de su disco debut en la primavera de 2019 —que lleva el  nada desdeñable título de Nothing Great about Britain—, orquestó toda una campaña de denuncia y posicionamiento crítico político que iba a culminar con el lanzamiento del  disco el mismo día en que se aprobase el Brexit… Finalmente, la salida del Reino Unido de la Unión Europea sigue sin consumarse (como el nuevo referéndum para Escocia), esperando para ser descorchado; pero lo que sí tenemos entre manos es uno de los discos más ácidos e incómodos que ha salido de la escena musical británica en los últimos tiempos, que además cuenta con una portada de esas que se te quedan grabadas en la retina. Por la máquina de picar carne política de Slowthai pasan Theresa May o Boris Johnson, e incluso tiene preparada una guillotina para la reina Isabel II, pero no descuida tampoco el orgullo de clase obrera, el ascenso de la ultraderecha o el futuro incierto de su generación. Letras con actitud punk y música que oscila entre el hip hop y el grime.
 
Kate Tempest es una poetisa y escritora, que también recita frases y junta palabras delante de un micro —spoken word—, y analiza con precisión científico-emocional el estado de la sociedad actual. Con un dominio absoluto del timbre de su voz como vehículo transmisor de estados mentales y una dicción próxima a la del rapper neoyorquino Vast Aire, del mítico dúo Caníbal OX, Tempest disecciona los comportamientos de sus congéneres del siglo xxi, tan aparentemente avanzados en tecnología como atrasados en repetición de caducos esquemas de comportamiento, más propios de épocas pasadas. Su último disco, The Book of Traps and Lessons, luce en la portada una imagen que bien podría ser un pasaporte británico, y es un compendio de fraseos sibilinos, rimas libres y reflexiones en voz alta de efectos demoledores en el receptor.
 
Onoe Caponoe pertenece a un sello, High Focus Records, en el cual el cultivo y culto a la marihuana devienen una seña de identidad, pero este rapper de South London se decanta más por el lado lisérgico y psicoactivo de las sustancias, usándolas como prisma para ofrecernos una visión grotesca y premeditadamente distorsionada de esta realidad tan «molona» que nos está tocando vivir, en la que la vida en las redes sociales es más importante que la vida cotidiana. Habilidad y destreza en el micro y conceptos gráficos originales para sus lanzamientos musicales; en resumen, alguien realmente interesante que echarte a la cara y que conjuga la tradición psicodélica de Funkadelic con la vanguardia del hip hop. Tiene disco de 2019, titulado Surf or Die.
 

 
Little Simz es una joya si hablamos de su música: probablemente es una de las mejores rappers UK de su generación, pero parece ser que el público generalista está definitivamente sordo. Su tercer álbum de estudio, Grey Area, mezcla texturas jazz construidas con instrumentación real y rimas reflexivas, que a veces suenan amargas y a veces cabreadas, y son fruto de sus experiencias en una industria musical en la que no te toman en serio por ser mujer y en la cual, además, debes trabajar el doble para que te equiparen con los artistas masculinos. Un disco, como el resto de registros de esta artista, equilibrado, conciso y sincero a partes iguales.
 
Hay un tipo de Brighton que posee la lengua más rápida de Britania; su nombre es Ocean Wisdom, y allá por 2015 puso del revés la escena underground con la publicación de su maxi Splittin’ the Racket, donde hacía gala de unos skills frenéticos y serpenteantes que, acompañados de líricas asimétricas, volvieron loca a más de una cabeza hip hop pensante. Su ascenso al «Olimpo de la métrica rapológica» se ha cimentado con la edición de dos álbumes sobresalientes con High Focus Records (Chaos 93’ y Wizville) y un nuevo trabajo en 2019 en modo mixtape, Big Talk – Vol. 1, ya con su propio sello Beyond Measure Records.
 
Otro de los hallazgos de 2019 fue la irrupción en escena de un rapper de ascendencia nigeriana, que responde al sencillo nombre de Dave, un tipo serio e introspectivo que disecciona en sus letras la experiencia de ser un joven negro de clase trabajadora en la Gran Bretaña actual. Su debut en formato LP se llama Psychodrama, un disco que funciona como una sesión de terapia personal en el que Dave desgrana la experiencia y consecuencias del currículo carcelario de sus hermanos, sus fantasmas y debilidades individuales, acompañados de instantáneas callejeras. Vamos, todo un compendio de dolorosa sinceridad.
 
Está claro, por una u otra razón, que la escena musical británica sigue dando algunos de los registros sonoros más interesantes, tanto en forma como en contenido, en consonancia con esa máxima suya no escrita de que lo facturado allí tiene un sabor musical diferente al resto de sabores que conocemos.